No es secreto para cualquier estudioso o persona dedicada al arte de la mediación, que el punto nodal de la misma radica precisamente en entender el papel capital que en ella juega la comunicación. Sin embargo, su mera enunciación, pareciera deparar un camino fácil a la hora de diseccionar la magnitud de su significado, pues no es difícil comprender – incluso para un lego-, que toda persona ha de comunicarse. Pero, profundizando en esta premisa, nos percatamos que ella no explica satisfactoriamente nuestro tema, en esencia porque la comunicación en la mediación genera dificultades de distinto grado, y sin estas la mediación no sería tan útil.